Pues eso… 14 de septiembre. ¿Por qué el 14? ¿Por qué septiembre? Podría decir que todo forma parte de un plan meticulosamente calculado, pero os voy a contar la verdad. Tengo un billete, tengo ganas, y no tengo planes. Tengo ideas y preferencias, pero no tengo pensamientos inamovibles. Tengo una cosita que su peso en oro vale y es que no tengo miedo. Me piro, vampiro, a buscar mi chanclo que me lo dejé una vez en no se donde, me lié a trabajar y más cosas que me quitaban el tiempo de buscarlo. Ahora me he dado cuenta es de que quiero mi chanclo de vuelta, voy a buscarlo.
Y por eso, ayer 13 de septiembre tuve la oportunidad de despedirme de esa familia que se elige y que tan cerca ha estado de mi estos años en Madrid.
Gracias a todos por estos meses intensos llenos de despedidas y reencuentros emotivos.
En brevas parto para Tokyo, espero estar un par de semanitas en Japon y luego hacia Nepal.
Nos seguimos leyendo en este cambio de rumbo. Os deseo lo mejor.
Carpe diem amigos!