Tras unos más que intensos días recorriendo los alrededores del Annapurna acabo mi travesía en la ciudad de Pokhara, a unos 200 km al este de Katmandu. Pokhara es una agradable ciudad turística perfectamente diseñada para que uno pueda curarse de las típicas dolencias post carrera: dolor de piernas, sueño, rozaduras y ganas de cerveza. Asíque a eso me he dedicado unos días, a descansar!
La ciudad tiene un bonito lago donde relajarse y disfrutar de un tranquilo desayuno, un aperitivo a base de cerve y samosas (algo así como una empanadilla de verduras y curry) y el atardecer repleto de variopintos colores que recuerdan que el otoño ya está aquí.
Sunset at Pokhara’s lake
Y aquí es donde, por casualidad, decidí empezar mi andadura con el mundo del Yoga y profundizar mi conocimiento sobre el budismo y la meditación. Desde hace unos años he tenido la intención de pasar unos días en un monasterio para empaparme de la filosofía budista y comprobar si realmente lo que he aprendido hasta ahora tiene un sentido positivo para mi día a día.
En medio de esta búsqueda encontré a Denny Lama, un (ahora) muy buen amigo nepalí que me ha ayudado a compaginar mis primeros pinitos con el Yoga y la estancia en el monasterio Shree Urgen Choking Buddhist Monastery & Udiyana Meditation Centre (cuelgo el enlace por si hay algún interesado http://urgenmstypokhara.com). Gracias amigo!

Shree Urgen Choking Buddhist Monastery & Udiyana Meditation Centre
Las clases de Yoga y meditación han sido una pasada y los «maestros» te guían y enseñan con una felicidad y atención envidiable. Sorprende ver cómo alguien disfruta tanto de su trabajo!
Pero lo que más me ha marcado en esta semana ha sido la estancia en el monasterio.
Tuve la oportunidad de recibir clases de un Gurú del budismo que ha dedicado 24 años de su vida a estudiar filosofía budista y de compartir su rutina diaria con la de la familia que se encarga de cuidar del monasterio. Gracias a su acogida me he sentido como uno más y he tenido la sensación familiar que a veces tanto se echa de menos.

Lejos de teorías religiosas y desde un punto de vista puramente ético, creo que he encontrado una posible respuesta a la más que acertada pregunta que en su día me hizo Paco, primo de Jordi y Vicente, sobre el porqué de la meditación.
Analizando el punto con cierta perspectiva, mi mente suele ser como un caballo sin riendas al que le encanta galopar. Difícilmente puedo parar de maquinar (como diría mi madre) o de pensar en planes a llevar a cabo y, lo peor de esto, es que muchas veces me pierdo el presente por pensar en el pasado o en el futuro (suena a tópico y he intentado no plasmar mi sensnación con una frase hecha, pero es lo que siento!).

Además, este caballo desbocado a veces sufre de momentos de exaltación extrema tanto positivos como negativos que hace que los árboles,a veces, me impidan ver la profundidad del bosque (idem, prometo no incluir ni una frase hecha más entre estas palabras!).
Por eso, lo que me aporta la meditación es el intento de control de mi mente, el saber que pase lo que pase y esté donde esté siempre se pueden tomar decisiones con la cabeza despejada, sabiendo las consecuencias de cada acto y controlando (y por tanto, al mismo tiempo disfrutando) cada momento de mi vida. Además de centrarme en el ahora, porque el ayer ya pasó y el mañana ya llegará.
Se que no es tarea fácil pero también se que cuantas más decisiones racionales con la memte en calma tomo, mejor estoy conmigo mismo y más me acerco a los demás.

En fin, supongo que cada uno tiene su truco, lo importante es que nos haga felices!
Próximo destino: vuelta a la montaña, Langtang y sus valles me esperan!
Durante la meditación alcanzaste o llegaste a estar próximo al nirvana?? Abrazo mostris
Me gustaMe gusta