Tal y como hicieron los españoles a principios del S. XVI de la mano de Rodrigo de Bastidas, entro a Colombia por Cartagena, ciudad denominada como Cartagena de Indias en el año 1533 por la similitud que los colonizadores apreciaron con el golfo de Cartagena, Alicante (bueno, y lo de Indias por aquello del tráfico de esclavos).
Unos años antes, el 12 de octubre de 1492, Cristobal Colón llegaba a la isla de Guanahaní, ubicada en las antillas y hoy conocida como San Salvador. Resulta curioso que en los libros de España se cite esta época como la del Descubrimiento de América, ignorando que América ya había sido descubierta y lo más relevante, poblada.

El viajero hostel, Salento, Colombia
De hecho, se dice que los primeros habitantes de América procedían de Asia tras cruzar, hace miles de años, el estrecho de Bering que separa Estados Unidos de Siberia y que por aquellos días era fácilmente transitable al no estar cubierto de mar (si así fuera, no me quiero ni imaginar las penurias que debieron de pasar los primeros indígenas de camino por esas gélidas tierras).
De ahí la ironía del uso del término Descubrimiento. Una vez asentados en América del Sur, los españoles comenzamos con la importación de oro hacia nuestras tierras (vease el Archivo general de Indias en Sevilla), la exportación de nuestras costumbres junto con, como no, la religión y lo más deplorable, el tráfico de esclavos para cubrir las necesidades de los más snobs del momento.
Después de reponerse del efecto colonizador y tras alcanzar la independencia con la caída del imperio español (como dirían los Nikis), cabe decir que las costumbres se han mantenido y pese a todo, da gusto sentirse como en casa al ver tanto ambiente, tanto bar y tanta vida callejera.

La Guajira, Colombia
En cualquier caso y a pesar de la en entredicha imagen que tenemos de este país en Europa (supongo que la serie Narcos no ha ayudado), es de recalcar la generosidad y amabilidad de los locales, tratando de ayudar en todo momento y enalteciendo el lema nacional “Colombia, el único riesgo es quedarse” (supongo que también hay gente de dudosa reputabilidad – está claro que en todas las casas cuecen habas – sólo hace falta un poco de sentido común).
La diversidad del país cautiva, encontrando ciudades turísticas y coloniales, desiertos, playas caribeñas, parques nacionales, vida salvaje, montañas, amazonía y sobre todo, muy buen rollo.
Quizás la gastronomía podría ser algo menos fritangosa pero la cerveza club colombia y una arepa de queso como aperitivo cumple muchas de mis necesidades. Eso sin desmerecer las delicias del café local!

En fin, América del Sur no ha hecho más que empezar, seguimos de camino a Chile!
Mucho gusto al leerte, es otra forma de releer historia amen de saber de ti ,,, seguimos tras el chanclo
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Gracias Jesús! Me alegro que te guste, en breve nos vemos por los caminos, abrazo!
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Muy buena crónica. No es nada fácil plasmar la belleza y todo lo interesante que resulta Colombia en tan pocas líneas. Ahora cambiaras de latitudes pero la experiencia seguirá siendo enriquecedora. Abrazo grande!
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Gracias amigo! Seguro que lo que viene no defraudará. Siguiendo tus pasos, abrazo fuerte!
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Cada vez te expresas mejor ,El resumen me mete en la historia y el vivir hoy Besos
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Todo mejora con la práctica!
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